jueves, 27 de junio de 2013

¿Para que me sirve la teoría? "La teoría determina que puede observarse" Albert Einstein


Rodolfo Nieto, pintor

Una acción es la teoría y otra la practica, eso nos queda claro, pero qué es cada una de ellas (solo intimaré teoría), cómo saber que pasa con una y que no ocurre con otra. Tengo un principio, saber que me dice cada una. Pero lo que sabemos es de modo parcial por medio de estudiosos, diccionarios, enciclopedias y diferentes fuentes de investigación, información y claro la Red.  La palabra: Teoría del verbo griego qewrew, significa mirar. Esto quedara más claro, si sabemos que en los juegos públicos de Grecia, un espectador no hacia más que mirar y/u observar, el teoros, era el observador. La teoría, la acción de mirar. Pero al hacerse una amalgama idónea entre el ver, el mirar y observar, entonces se proveía el verbo qewria, contemplar, considerar, en latín contemplari. Aristóteles señaló que la vida teórica es el primer motor, pues la más alta teoría es el pensar del pesar.  Aunque  esta palabra casi pasa idéntica en su “forma” acústica, no fue así en su noción de contenido, pues en latín, no tenemos teoría como palabra debidamente (es decir nos llega del griego), como ya mencioné se asocia a la contemplación, pero también a la ratio, es decir, la cuenta, el cálculo, la facultad de ejercer el juicio, recta ratio, razón perfecta. Explicar una cosa teóricamente, es dar razón del hecho. Dice Emilio Lledó, que los escultores griegos, tenían una mirada artística, los griegos descubren con una mirada el universo de las ideas y las formas, el resultado de esa mirada se llamó theoria. Pero la teoría no la inventa cualquiera, no, solo surge al demostrar que la explicación hecha, es la única que responde a las circunstancias cualesquiera, entonces, logra ser teoría la teoría. Antes mera divagación. −O al menos esto último señala Brugger−. Existen teorías ad nauseam, la teoría filogénica, teorías educativas, económicas, motivacionales, la teoría celular, la teoría de la relatividad, del big bang, las teorías atómicas como la de Dalton, otra de Thomson y la atómica de Rutherford. Hay tantas teorías como mentes precisas, pero no precisas teorías como mentes teóricas. Me salió redondo. 

Los años de mi edad



Este es mi cuerpo, todo él me habla de mi destino. Mucho tiempo fui el creador de ideas, el ánimo, un sinónimo del vigor, pero ahora estoy presente como una sombra, en realidad me agrada ser  sombra en vez fondo y figura, pues más allá de la vanidad, en la sombra no se notan mis arrugas. Antes creía que el ir llenándome de surcos podría llamar la atención de cualquiera, dirían, −mira ese hombre es una eminencia, es la estampa de la experiencia−, pero ya me doy cuenta que estos senderos de cuero que se han empeñado en sobrehabitarme no son sino la vergüenza de estar aún. Esto me habla de mi destino, mi piel languidece, se pronuncia, asía el suelo como una costra, la gravedad no quiso ceder a los años, mis olas de cuero apuntan al empedrado, al lugar de los muertos, “no para siempre en la Tierra: sólo un poco aquí”, no para siempre en polvo, también viviré en el recuerdo; en el recuerdo de aquel hombre robusto que me cerró la opción de ganarme un centavo pidiendo ser su empleado, en el de mis hijos que nunca tuvieron mi edad, pero por siempre viviré en el recuerdo de Odiseo, compañero filial en las plazas, mi comensal, mi escucha y consejero, él, que aún sabiendo que bajo el mando de una cadena tendría que obedecer me mostró el rostro auténtico de la libertad. Sé que no debo culpar a nadie, la vida me ha enseñado que las culpas sólo son un mito para supeditar las conciencias, los sistemas que usan las culpas para atraer al hombre a la verdad, seguramente no conocen de la única verdad, la original y más grácil experiencia de un Dios. Esta es mi realidad y tengo que liderar con ella: un cuerpo fatigado y una memoria desprovista de certeza; aunque no logro comprender si es mi fatiga el conflicto que no me permite estar con los otros, o es la prisa con que viven los que me rodean la que les impide des-cansar, retirase la fatiga cotidiana, de igual modo me cuestiona mi certeza, pues aunque sé de los avances técnicos, las innovaciones médicas y los rapidísimos medios de comunicación que en esta era vulgar imperan; a penas ayer mi vecino murió por una gripe mal tratada, fue imposible localizar a sus familiares y ahora descansa en un semillero de pasados, apilado como una loza mal puesta, vaya avances médicos, vaya de tanta tecnología que nos hermana y de los medios de comunicación veloces que han venido decayendo en comunicación fugaz, efímera. Mi cuerpo se inclina a la tierra, se reverencia a la única entidad que lo acogerá con dignidad ya sin vida, mi cuerpo se deja llevar por el tiempo, soy un niño de la mano del reloj que en un tic tac me resuelve la existencia. Ahora, cada noche que mis parpados se cierran, encierran la vida, proyectan un punto final que yo no quise burilar. El ruido de la gente que se avecina hasta mis oídos me hace pensar que al hombre le ha hecho falta silencio para escuchar. El enemigo del diálogo no es la algarabía, ni la charla cotidiana, el enemigo es  el escándalo escatológico no esclarecido. Hoy mi cuerpo me exige conservar la ética, como un buen vino que conserva su cuerpo y una nube su color. Me gusta imaginar que mi pasado nunca volverá en la vida de otro viejo, pero impiedoso  sé que lo hará, me gusta imaginar que mi futuro no será deleznable, pero así el futuro de todos, incluso el de Dios. Los años de mi edad, quebrantan la historia, son insurrectos, son míos y los llevaré a la tierra que me dejó producirlos, el día más pensado.

Devoción incipiente



finis gloriae mundi por Juan Valdez Leal
¡También los domingos...!
eso sí es tener devoción


Terminé de ver unos videos de poca monta, creí conveniente que antes de nadar debería de escribir. No sabía realmente  qué, sabía que escribir es una pasión un acto de entrega a las letras. Entonces supuse que es mi devoción pero tal vez no, pues aunque me fascina, no mataría por hacerlo. La biblia en referencia con la palabra devoción no existe, sólo una vez es indicada como: “Ido el ángel que hablaba con Cornelio, éste llamó a dos de sus criados, y a un DEVOTO soldado de los que le asistían” Hechos 10,7. −versión Reina Valera. En otras versiones se cambia devoto por piadoso. −Sus razones  han de tener. La devotio, devoción, según la antiquísima costumbre romana, es la muerte voluntaria, dotada de un aire altruista, una manera insuperable para dar-se al Estado Romano. No es un suicidio, no es eutanasia, es una ofrenda, una ofrenda de sí. En el octavo libro de historia de Roma escrito por Livio, se describe la Devotio de Públio Decio Mus quien al sacrificar-se, pidió a los dioses el favor para que, sobre él cayeran las desgracias y su pueblo se salvara de los contrincantes latinos. La devotio, conlleva un votum, (voto), que es proferido a los dioses, con la finalidad única de que al pueblo regrese la pax deorum. La devotio, es literalmente una díada de significado; el sacrificio y la imprecación, consagrarse a una idea o ser, pero esta consagración bendice a los míos maldiciendo a los que no forman parte de mí. El ejemplo es la devotio de Decio, que al consagrase bendigo a su pueblo pero a su vez, maldijo a los latinos. La devoción hoy es reinterpretada, como la acción de cumplir todo cuanto sea posible para el agrado de Dios, pero no deja de ser un acto de la más pura voluntad; asimismo es la tendencia a realizar con ahínco una actividad o vencer-se  a alguien. En la religión hindú existe el bhakta (devoto) y el bhakti-rasa, (la delicia en la práctica religiosa), que bajo principios védicos desprenden al bhakta a un nivel espiritual anhelado.